Una catastrófica caída en la que se vieron involucrados los principales favoritos para ganar la Itzulia desvirtuó por completo la carrera, que fue neutralizada durante varios minutos ante la gravedad de la situación. El último ganador del Tour, Jonas Vingegaard, el líder de la carrera, Primoz Roglic, y el segundo de la General, Remco Evenepoel, junto a media docena de ciclistas más, cayeron en una curva a la derecha en el descenso del puerto de Olaeta, a 32 kilómetros del final de la etapa en Legutio.
Una mala trazada al unísono de varios ciclistas, a muchísima velocidad, provocó que se deslizaran hasta la cuneta. Algunos cayeron a una acequia de cemento, otros quedaron tendidos en la hierba del bosquecillo cercano, y los más afortunados salvaron la caída en el último instante. En principio pareció que era el corredor eritreo del Lidl Trek, Natnael Tesfazion, quien provocaba la caída, pero las imágenes aéreas permitieron observar como Remco Evenepoel, que circulaba por delante de él, se salía de la calzada y salvaba milagrosamente las rocas y los árboles que tenía por el camino mientras rodaba hasta detenerse maltrecho. Tuvo que retirarse. Mikel Landa, que encabezaba el pelotón, salvó la caída.
En esas mismas imágenes se aprecia que, unos metros por detrás, también Jonas Vingegaard se salía de la calzada, casi en el mismo momento, pasaba sobre la acequia y quedaba inmóvil en el suelo. Fue evacuado en ambulancia, con un collarín en el cuello y con lo que parecía una bombona de oxígeno al lado. También Roglic, que al menos se mantenía en pie, se montó en el coche de su equipo.
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